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Afronta los cambios de la primavera: quiérete
Días más largos, más luz, más sueño y más alergia, quizá… Ya está aquí la primavera. Esta estación trae consigo una serie de movimientos en nuestro cuerpo debido, sobre todo, a la revolución hormonal que vamos a experimentar. Por eso, te damos un consejo fácil de seguir. Afronta los cambios de la primavera: quiérete.
A partir del solsticio de invierno (22 de diciembre) los días empiezan a alargarse y la luz juega un papel muy importante en nuestro cuerpo. Lo hace regulando la segregación de una hormona llamada melatonina, que se encarga de regular el ritmo circadiano, es decir, los cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario y que responden a la luz y la oscuridad en el ambiente de un organismo.
Esta hormona se modula por la cantidad de luz que recibimos y ésta, a su vez, influye en el ritmo de otra docena de ellas, desde el cortisol, que se produce ante el estrés, hasta la oxitocina (la llamada «hormona del amor»), pasando por las que intervienen en el sistema reproductivo.
Por lo tanto la luz, y con ella la melatonina, afecta a varias hormonas cruciales en nuestro bienestar: la serotonina, un importante neurotransmisor facilitador de la alegría; la oxitocina, una hormona implicada en las relaciones sociales; la dopamina, implicada en nuestro sistema de recompensa y satisfacción; o la noradrenalina, encargada de aliviar nuestro estrés.
¿La primavera, la sangre altera?
Aunque en los seres humanos no se han descubierto de forma concluyente feromonas encargadas, como en muchos animales, de llamar la atención de posibles parejas, el calor, las prendas más sugerentes, la luz y las hormonas, todo junto, juegan en favor de la atracción.
Por eso, en primavera es más fácil sentirnos cautivados por las relaciones sociales, pues el complejo sistema fisiológico y psicológico asociado a la luz se pone en marcha. Pero también puede afectarnos de forma menos positiva. La astenia primaveral, asociada a cuadros de cansancio, apatía o incluso depresión, puede deberse a razones hormonales, desajustes en el sueño, el cambio horario, variación en la alimentación o a factores psicológicos relacionados con la actividad de la época.
Disfruta de la primavera con hormonas y con cabeza: quiérete
Aquí te proponemos algunas claves para acompañar y apoyar tu “revolución hormonal” en la estación que se avecina:
- Lleva una dieta saludable, con alimentos ricos en vitaminas y minerales (verduras, frutas, cereales integrales o frutos secos), bebe al menos 6 vasos de agua al día y evita los alimentos hipercalóricos.
- Practica ejercicio físico: caminar al menos media hora al día, puede ser suficiente para aliviar el cansancio físico y mental. Esto hace que nuestro cuerpo libere endorfinas, provocando sensaciones de placer y de relajación.
- Aumenta las horas de sueño siempre que puedas: procura dormir unas 7 u 8 horas cada noche, y si no es posible habrá que descansar más en el fin de semana.
- Realiza actividades que te gusten y en compañía: la tristeza, la fatiga mental se puede aliviar compartiendo actividades con las personas con las que nos sentimos a gusto, con nuestros seres queridos, rodeándonos de ambientes agradables o incluso simplemente disfrutando de los pequeños detalles del día a día. Es cuestión de pararte a valorarlos.
- Procura relajarte: actividades y hábitos relajantes como meditar, darte un baño caliente, respirar lenta y profundamente, o estar en la naturaleza en un entorno silencioso puede ser útil para personas que sufren astenia primaveral.
Como dice Tich Nhat Hanh: “Mientras más alimentes tu mente con pensamientos positivos, más podrás atraer grandes cosas a tu vida”.
¡Ponle alegría a tu primavera y quiérete!
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|Fotografía principal: A L L E F . V I N I C I U S Δ en Unsplash|