El adiós a la violencia comienza con la educación

El pasado 2 de octubre se conmemoró el Día Internacional de la No Violencia. Una lacra que, lejos de minimizarse con el avance de la sociedad, sigue estando presente de muchas formas. El adiós a la violencia comienza con la educación, apostando por educar en valores, en igualdad, acabando con la desigualdad. 

Que se celebre ese día el fin de la violencia no es por azar. En esa misma fecha, en el año 1869, nació Mahatma Gandhi, que pasó a la historia por convertirse en uno de los líderes mundiales más significativos del movimiento de resistencia no violenta. Por eso, las Naciones Unidas eligieron ese día no sólo para dar visibilidad a las acciones violentas que se producen en el mundo, sino también para realizar actividades diversas orientadas a la toma de conciencia de esta realidad. Para que todas las personas avancemos en la dirección de llegar a ser seres humanos más tolerantes y abiertos a aceptar las diferencias como oportunidades de crecimiento, y no de separación y conflictos.

A pesar de la conmemoración de este día desde 2007 parece que, según datos de la ONU, la violencia no ha ido precisamente reduciéndose en el mundo, sino todo lo contrario, se ha incrementado y lo ha hecho principalmente en lo que se refiere a violencia contra la mujer o violencia de género. Aunque también la violencia racial, religiosa o la homofóbica han seguido los mismos pasos. 

Los datos porcentuales que la ONU nos proporciona indican que el 35 % de las muertes de mujeres tienen una causa: un acto violento a manos de su pareja o algún miembro de su familia. En el año 2017 esta cifra subió hasta el 50 %. Algo estamos haciendo mal. 

Por eso son tan importantes proyectos como “Iguales contra la Desigualdad”, en el que diez municipios de la Mancomunidad del Condado de Huelva se han unido por primera vez para actuar contra la desigualdad y la violencia de género. Desde septiembre y hasta el mes de marzo pondrán en marcha un total de 100 acciones para movilizar a sus vecinos y vecinas y generar conductas proactivas contra la desigualdad y la violencia de género. 

Este innovador proyecto de intervención social ha sido diseñado por CpC | Cambiar para Crecer y lo estamos desarrollando a nivel comarcal, porque estamos convencidas de que la educación es una herramienta muy eficaz para remover conciencias y, en este caso concreto, para acabar con la violencia. 

La dureza de las cifras de fallecimientos a veces no nos deja ver que, no todos los casos de violencia acaban con la vida de las mujeres, sino que también se ejerce violencia a través de la vejación, el maltrato, el acoso, el insulto o la violación. Y por eso debemos incidir, no solo este día, sino siempre que tengamos oportunidad, en la importancia de la educación, en todas las edades. 

Tratar de cambiar los paradigmas de competitividad y agresividad que muchas veces tenemos normalizados y comenzar a fomentar la cultura de la concordia, la tolerancia y la diversidad.

Y en honor a la memoria del inspirador de este día quiero acabar con una de sus frases más emblemáticas:

“Existen muchas causas por las que estaría dispuesto a morir, pero no existen causas por las que esté dispuesto a matar” - M. Gandhi