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Los dos lados de la confianza: ¿cómo la recuperamos?
Hoy me gustaría hablar sobre la confianza y también sobre su pérdida. Los dos lados de la confianza se refieren a las dos personas que intervienen en ella: una que confía y la otra que da seguridad para confiar o viceversa. Y es chungo eso de perder la confianza en alguien o, peor aún, sentir que alguien ha perdido la confianza en ti. Bueno, no me quiero adelantar, vamos por partes y así me será más fácil.
Según la doctora en filosofía Laurence Cornu en su libro “La Confianza en las relaciones pedagógicas”: “La confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro. Es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción de otro”.
Puedo estar de acuerdo con ella, aunque yo creo que se entendería mejor si decimos que lo que sustenta la confianza son nuestras creencias y nuestros prejuicios, es decir, que confiamos en las personas que nos parece que tienen creencias y/o prejuicios afines a los nuestros, y eso hace que la confianza se convierta en algo frágil, que se puede romper con facilidad porque cuando la depositamos en alguien esperamos que su respuesta se ciña a nuestras expectativas.
Entonces, ¿qué pasa cuando dejamos de confiar en alguien? O peor, ¿qué pasa cuando alguien deja de confiar en nosotros?
Si la confianza se trabajó bien desde el principio y ha habido buena comunicación entre ambas partes, la cosa pintaría bien y, si no, sería más complicado. Porque la comunicación, el hablar claramente, el admitir los errores cometidos y explicar la intención del hecho que condujo al error, es fundamental. Muchas veces con las mejores intenciones metemos las patas más grandes, doy fe de ello. Sólo hablando desde el corazón y explicando con honestidad lo que te llevó a actuar de una determinada manera pueden arreglarse las cosas. Siempre que la otra persona quiera dar los tres pasos necesarios o, más que necesarios, imprescindibles, para que todo termine bien.
¿Y cuáles son esos tres “mágicos” pasos para recuperar la confianza perdida?
- La comprensión
- La aceptación
- El perdón
Para conseguir que tu interlocutor camine de la mano contigo en ese recorrido es fundamental que tú actúes desde la humildad. Acepta que has cometido un error, ese es tu primer paso y ten paciencia porque quizás la otra persona necesite algún tiempo para poder asimilar y recomponer la situación. Por tu parte, comprométete y pon en marcha los cambios necesarios para que puedas actuar de forma diferente si se repite la situación que ha provocado la crisis, procura no cometer el mismo error otra vez.
De esta manera, si la otra persona ha comprendido tus motivos y ha aceptado tu error y tu compromiso en lo que se refiere al cambio, el perdón llegará solo, aunque parezca mentira es el paso más fácil si realmente los dos primeros se han hecho bien.
Pues dicho todo esto, hoy quiero pedir la comprensión, la aceptación y el perdón de alguien a quien creo haber decepcionado y siento que he perdido parte de la confianza que tenía depositada en mí. Confieso que he cometido errores por no priorizar o procrastinar ciertos asuntos a los que me había comprometido. Asumo que elegí llevar a cabo las acciones y tareas que más me gustan, dejando de lado las que me cuestan más trabajo o me roban más energía porque me gustan menos o porque temo enfrentarme a ellas por miedo a no ser capaz de hacerlas correctamente desde el principio.
Sé que la generosidad de persona a la que pido perdón es extrema y que no voy a tener problemas con ella, aunque temo que algo se “haya roto” en su interior y no vuelva a confiar en mí de la manera sólida e incondicional que lo ha hecho hasta ahora.
Como decía al principio, es chungo sentir que alguien ha perdido la confianza en ti.
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|Fotografía principal: Jackson Hendry on Unsplash|