¿Te da miedo salir de casa? Presta atención al síndrome de la Cabaña

Desde el lunes 25 de mayo toda España está “autorizada” para salir a la calle con menos restricciones horarias, con la posibilidad de juntarnos en grupos de hasta 10 personas, con terrazas abiertas y con sol y buen tiempo en casi todo el país… ¿Se puede pedir algo mejor tras más de 70 días confinados en nuestras casas? Muchas personas se están lanzando a la calle a disfrutar. Pero no todas están percibiendo esta nueva situación como idílica y ventajosa, podemos sentir ciertos frenos a salir de casa por estar notando con más o menos intensidad el denominado “síndrome de la Cabaña”.

El “Síndrome de la Cabaña” se estudia desde principios del siglo XX cuando se observó que en el Norte de EEUU y Canadá, los cazadores que se confinaban en sus cabañas para pasar los largos y crudos inviernos, a veces desarrollaban una especie de agorafobia y se resistían a salir en primavera.

Hemos vivido un confinamiento estricto, sin poder salir de casa, extremando las precauciones, sin contacto social ni familiar, con teletrabajo… Se han dado así las circunstancias perfectas para hacer fácil que lleguemos a sentir algunos de los síntomas de este síndrome que, dejémoslo claro desde ya, no es ni una patología ni un trastorno, sino eso: un conjunto de síntomas a los que hay que prestar atención y que tienen su raíz en el miedo.

¿Qué síntomas tiene el síndrome de la Cabaña?

Puedes identificar el síndrome de la Cabaña prestando atención a estos detalles:

  • Te sientes seguro o segura sólo en un entorno controlado por ti.
  • Percibes muchas ventajas a eso de quedarte en casa, como no tener que sufrir el estrés de los atascos en horas punta o no ver a ese jefe malhumorado que les hace estar en guardia muchas horas al día…
  • Sientes angustia o tristeza a la hora de salir a la calle, y sube tu sensación de vulnerabilidad a los peligros que acechan fuera de tu entorno. 

El síndrome de la Cabaña suelen sentirlo en mayor medida las personas mayores, las personas que han estado enfermas o quienes han perdido a alguien. Aunque todos somos susceptibles de sentir algún síntoma.

¿Cómo supero el síndrome de la Cabaña?

La mejor noticia es que todos tenemos recursos para superar este síndrome, aunque, como siempre, es necesario que nos trabajemos personalmente para ello.

  1. Hemos de reconocer y enfrentarnos a nuestros miedos. Sin ese paso todo será más difícil. 
  2. Después, y haciendo uso de la razón, podemos ir realizando pequeñas acciones para superar poco a poco nuestros recelos. Es importante hacerlo a nuestro ritmo, sin forzar, y así progresivamente iremos tomando confianza y sin olvidarnos de seguir y respetar las medidas de seguridad establecidas para cada paso que demos.

El apoyo de nuestro entorno más cercano, ya sean familiares o amigos, nos vendrá muy bien. Aunque, por encima de todo, necesitamos escuchar y atender nuestras necesidades emocionales, y utilizar todas las experiencias vividas para avanzar. Tú eres tu mayor aliado o aliada siempre.