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Cómo pedimos perdón: ¿debilidad o fortaleza?
Probablemente todos hemos pasado por alguna situación en la que nos hemos sentido decepcionados con el comportamiento de un amigo, hermano o persona cercana y confiable. O hemos sentido que los que fallábamos éramos nosotros. Ante esto, nos queda pedir perdón. Pero, cómo pedimos perdón: ¿debilidad o fortaleza?
De repente, ante una situación en la que necesitábamos la ayuda o apoyo de las personas que queremos, nos hemos sentido decepcionados, e incluso traicionados, por no haber recibido lo que esperábamos y hemos pensado: “yo jamás lo hubiera dejado tirado de esa manera”. ¿Te suena?
Seguramente, desde ese momento, evitaremos a esa persona lo máximo posible y nuestra relación ya no será como antes, mostrándole con nuestro lenguaje verbal y no verbal una hostilidad que hasta entonces no existía. Estamos ante una situación de rencor. También podría ocurrir lo contrario, que seamos nosotros quienes sintamos que hemos “fallado” a una persona en una situación difícil y nos sintamos culpables.
Tanto un caso como en otro, suponen una carga emocional en nuestras vidas que si no solucionamos pronto hablando de lo ocurrido, y desafortunadamente no suele ser así, pagaremos un alto coste emocional que afectará a nuestras vidas, cuando la solución es tan “fácil” como perdonar. ¿cómo pedimos perdón?
El perdón es una decisión personal que engrandece a las personas, no las hace débiles como algunos piensan, sino todo lo contrario, las engrandece y libera a la persona que da el paso. Puede ocurrir que transcurra tanto tiempo desde el hecho que causó la carga que casi lo hemos, aunque el rencor o la culpa siguen ahí.
PASOS PARA PEDIR PERDÓN: ¿CÓMO PEDIMOS PERDÓN?
- Antes de hablar con la persona, recuerda lo que ocurrió, cómo lo viviste y qué intención había detrás de lo que hiciste, te darás cuenta de que en la mayoría de los casos, no hubo mala intención. Explícalo cuando hables con la persona ofendida.
- Elige bien el momento y el lugar en el que con la otra persona, si no lo haces la situación podría empeorar.
- Hablar desde la honestidad y da tiempo a la otra persona para que “digiera” tus disculpas y comprenda tus razones. Sin comprensión, el perdón no es posible.
- Una vez la persona haya comprendido tus argumentos, tiene que aceptarlos. Dado el paso de la aceptación, el perdón llegará solo.
- En ambas situaciones puede pasar que la persona que acepte las disculpas decida no volver a tener relación con la persona que ha pedido perdón. Es lícito y debemos prepararnos para ello. Eso también es honestidad.
BENEFICIOS DEL PERDÓN
Está demostrado que el perdón no solo libera, sino que trae consigo los siguientes beneficios:
- Mejora la gestión emocional
- Incremento de nuestra autoestima
- Relaciones más sanas
- Mejor salud física y mental
- Refuerzo de nuestro sistema autoinmune
Y lo mejor es que todos estos beneficios no los obtienes sólo perdonando a los demás. La fórmula también funciona cuando te perdonas a ti mismo. ¿Te animas a perdonar – te?
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|Fotografía principal: Evan Kirby en Unsplash|