Familia, esos cimientos que nos construyen

Cuántas veces habrás oído eso de que las familias son los cimientos que nos construyen como personas. Queramos o no queramos, la familia es el primer modelador, y uno de lo más influyentes, de nuestra forma de ser, de nuestra manera de afrontar las cosas, de nuestro estilo para comunicarnos, relacionarnos, vivir… Y qué poco control tenemos sobre esas inevitables y poderosas influencias, ya sea cuando nos influyen o, tiempo después, cuando influimos.

¿Qué podemos hacer?

Por eso, tomar conciencia es, como siempre, el primer paso importante. El segundo, también como siempre, es enajenarse de prejuicios sobre qué tipo de familia es la correcta. Hay muchas posibilidades y en el Día Internacional de la Familia deberían caber todas:

  1. Está la familia llamada Nuclear, la clásica de mamá, papá y los hijos. Es esa que algunos se empeñan en llamar la “normal” sin pararse a definir el concepto de normalidad que esta sociedad nuestra y su constante evolución diluye cada vez más.
  2. Cuando en el núcleo familiar clásico conviven otros parientes cercanos como abuelos, tíos, primos, etcétera, se denomina familia Extendida.
  3. Se llama Monoparental cuando la familia está formada por uno de los progenitores y sus hijos, bien por divorcios, fallecimientos o decisiones individuales de maternidad o paternidad en soltería.
  4. Si la familia la forma una pareja homosexual, ya sea de hombres o mujeres, se le denomina Homoparental.
  5. Y se llama familia de hecho a la que se forma cuando la pareja vive sin ningún tipo de enlace legal.
  6. Hay una más: si la familia surge como resultado de haberse unido personas con hijos anteriores a su relación, se le llama familia Ensamblada, un término que en mi opinión más parece salido de las instrucciones de un Lego. Pero bueno, en realidad es la tipología que más me gusta, por lo diversa que es, porque esta denominación se refiere también a las familias formadas sólo por hermanos o por amigos, como el cohousing, esa forma de familia que tanta fuerza está tomando en nuestra sociedad entre nuestros mayores.

 

Y estoy segura que las denominaciones van a seguir ampliándose y evolucionando con nosotros a medida que rompamos conceptos y seamos capaces de evitar prejuicios sobre cuál es el mejor tipo de familia.

Además, si nos paramos a pensarlo, ¿qué más da la denominación? De hecho, es complicado enmarcarse en una sola definición de familia. Se puede ser varios tipos sucesivamente en el tiempo o incluso varios a la vez. Yo por ejemplo he sido nuclear, monoparental, ahora monoparental y extendida y, en según qué momentos, sueño con la ensamblada.

La Familia, así con mayúsculas, no la define un término ni una forma concreta de combinación de miembros. La Familia es ese primer núcleo donde cubrimos nuestra necesidad básica de pertenencia en base a la lealtad mutua, la unión, la protección y el amor incondicional. Este es el mejor tipo de familia.

Pues hoy es el día internacional de todas esas familias que, independientemente de que se encuentren definidas o no en un listado, se rigen por el amor. Ellas son el cemento social que nos une a todos, las verdaderas incubadoras de los individuos que forman la sociedad y que incubarán a más individuos el día de mañana. Bien merecen nuestra atención.

Así que, se denomine como se denomine, si tu familia está basada en los valores que hacen de este mundo un sitio un poco mejor sólo porque tú y los tuyos estáis en él, ¡felicidades!

 

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|Fotografía principal: Daniel Cheung, en Unsplash|