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La importancia de desconectar en vacaciones
Estamos en Semana Santa, una época con aroma a incienso, devoción e introspección, para los más creyentes, y a vacaciones, diversión y descanso, para los que no lo son tanto, aunque mi preferencia y recomendación sería hacer un “mix” de ambas y poner de relieve la importancia de desconectar en vacaciones.
En la actualidad todos padecemos el ritmo de vida frenético que nos ha tocado vivir y sabemos que nuestras vidas están llenas de rutinas y obligaciones que hacen mella en nosotros, que no nos dejan vivir una vida “plena”, esa vida deseada que nunca llega…
Bien, pues por sorprendente que parezca, cuando llega un periodo vacacional muchas personas no son capaces de disfrutarlo por culpa de la “ausencia de desconexión”. ¿Eres una de ellas? De ahí la importancia de desconectar en vacaciones.
Existen diversos motivos para no lograr desconectar. Uno de los principales es que, en nuestro día a día, no vivimos el momento presente, nos pasamos más tiempo rememorando momentos pasados o previendo un posible futuro que desconocemos si se cumplirá. Por eso, se da la paradoja que, a pesar de que los psicólogos consideran imprescindible que salgamos de la rutina y de lo cotidiano para poder “resetearnos” y tomar fuerza, lo que nos produce esa desconexión es ¡más estrés!
Cómo conseguir esa desconexión
En primer lugar, es recomendable planificar tu desconexión. Cambiar de ubicación, irte a un lugar agradable y diferente al lugar en que vivas y, si no puedes hacerlo, al menos organiza dentro de tu ciudad actividades completamente distintas a las que hagas habitualmente, como quedar con personas diferentes y tener un ocio distinto al que tengas en etapas no vacacionales. Incluso si vas de compras, aunque sea a comprar el pan, descubre las tiendas del barrio en lugar de dirigirte a la gran superficie en la que compras habitualmente. Recuerda la importancia de desconectar en vacaciones.
No dejes temas laborales “abiertos” o pendientes de respuesta en vacaciones, eso también ayuda. Algo fundamental, desconecta del mundo virtual y si consideras que te es imposible hacerlo al 100 %, busca un momento cada día para consultar redes y correos, aunque con límite (por ejemplo 30’ cada tarde de 18.00 a 18.30 horas) y así verás si durante el día ha surgido algo que tengas que atender sin remedio.
Aprovecha para reforzar tu autoconocimiento. Sí, sí, las vacaciones son un buen momento porque tendrás la oportunidad de reservarte un espacio temporal para ti, podrá ser media hora o un par de ellas, y verás los resultados. Puedes dar un paseo por la naturaleza, o leer ese olvidado libro de psicología que te compraste –¿hace cuánto?– y ahora tienes oportunidad de leer. Cualquier actividad que te acerque a ti, a tu interior, y descubras nuevas cosas que te hagan crecer, serán recomendables. ¿Empezamos?
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|Fotografía principal: NordWood Themes en Unsplash|