Un plan para buscar trabajo es importante, no lo primero
Definir un objetivo claro y específico (una META) y hacer un plan, estas son dos claves para el éxito ante cualquier reto. Por eso me inquieta leer que 3 de cada 4 personas desempleadas no saben hacer un plan de búsqueda de trabajo. Son datos de la consultoría Lee Hecht Harrison que afirma que “el 75% de las personas en desempleo no saben cómo enfrentarse al mercado laboral debido, muchas veces, a que nunca antes habían necesitado hacerlo”. Este dato, en el contexto actual español con algo más de 4.100.000 parados, significa que unos tres millones de personas se sienten perdidas, seguramente impotentes y sufriendo un más o menos duro varapalo a su autoestima.
Como casi todo en la vida, este dato tiene muchas lecturas, unas más negativas y otras positivas. Entre las negativas está la que se refiere a la dureza y al coste emocional con los que tantísima gente vive esta situación traumática, especialmente en la cultura española donde un buen trabajo es “estable y para toda la vida”. ¿Os suena esta creencia? Pues ésta es una de las cosas que convendría cambiar antes de trazar un plan, para avanzar sin limitaciones.
Y entre las lecturas positivas, no puedo evitar centrarme en las que se refieren a la solución: porque si el principal freno es no saber hacer un plan, enseñar a las personas a centrarse en un objetivo y trazar un plan no es tan difícil.
Lo que pasa es que no ser difícil no es igual a ser simple. Esto no. Por eso acompañar a las personas en la búsqueda de empleo, en la consecución de objetivos profesionales o en un cambio de carrera no es sólo enseñar a trazar un plan o dar herramientas de seguimiento, y desde luego no creo que sea lo primero.
Trabajar la búsqueda de empleo desde el coaching: coaching+outplacement
Acompañar a las personas en sus objetivos profesionales desde el coaching es sobre todo considerar algo fundamental: la persona es la base y el pilar de cualquier proyecto. Por eso los primeros objetivos de cualquier proceso de apoyo a la persona que busca un trabajo o un cambio profesional son personales, centrados en la primera competencia de la Inteligencia Emocional que es el autoconocimiento: qué quiero, qué creencias me limitan, cuáles son mis fortalezas y mis áreas de mejora, qué imagen tengo de mí mismo, etc..
Así que desde el coaching, en un proceso de acompañamiento en la búsqueda de empleo, trabajamos con las personas su autoestima, su mejor conocimiento de sí misma, la búsqueda de sus talentos, la definición del qué quiere y para qué lo quiere, la ruptura de creencias que le limitan, la automotivación, y la creación de pensamientos potenciadores, entre otros temas fundamentales… Y ya después, con la persona más fuerte y con sus capacidades más afiladas, se trabaja la definición de una META medible, específica, tangible y alcanzable, y la construcción de un plan de acción.
[bctt tweet=»Acompañar a personas en la búsqueda de #empleo no es sólo trazar un plan, y tampoco es lo primero #coaching»]
Ir directamente al plan de acción puede restar más que sumar. Lo he visto muchas veces. La impaciencia de querer avanzar sin pararse a pensar en lo que realmente queremos, y qué de nosotros mismos no acerca o nos aleja de eso que queremos, nos resta energía y eficacia en la obtención de resultados.
Hay muchos profesionales que puede apoyarte en este camino. Coaches, orientadores profesionales, consultoras, e incluso instituciones como la Cruz Roja con sus programas de fomento a la empleabilidad, además de los organismos públicos que se dedican a esto, pueden ayudarte. No tienes que caminar solo. ¿Qué necesitas para ponerte en acción?
Si estás interesado y quieres recibir más desde este blog suscríbete pinchando aquí. La foto destacada de este post es una imagen de Pexels.